El Cajón Desastre de la Mente

El mundo da miedo, es la única frase que ronda mi mente en los últimos días a raíz del conflicto de Rusia con Ucrania. Como ciudadano europeo del siglo XXI que ha crecido y vivido en un estado desarrollado, de bienestar con todas las comodidades (dejando de lado mi discapacidad), no atisbo a entender que haya una guerra de tal calibre como en estos momentos. No quiero entrar en geopolítica, no entiendo mucho de ella. Es un campo demasiado complejo para entender, aunque alguna idea mínima tengo. Pero lo que quería escribir o compartir es que caeríamos en error de polarizar a la sociedad de izquierdas contra derechas, o viceversa, argumentando el color político de quien genera el conflicto.  Desde que comenzó el conflicto y cada vez que veo a gente huyendo de Ucrania, no paro de pensar en aquellas personas que no pueden hacerlo. Personas con grandes discapacidades, encamadas, ancianos, personas con autismo que no pueden variar su rutina. ¿Qué ha pasado con las residencias? ¿Siguen ab

  Se acaba 2021, todos creíamos que el 2020 fue un año para olvidar, pero este año le ha sujetado el cubata al anterior como decía el famoso meme que circulaba por redes al principio de año. Ya no entro en el tema del covid que empezamos todos muy emperezados con la vacunan, pero desde hace unas semanas para acá, la cosa se está volviendo a poner la cosa chunga. Eso, unido a los que no se quieren vacunar pues… bomba. Pero a lo que íbamos, comencé el año un poco raro, pensativo y reflexionando sobre varios asuntos, teniendo que poner distancia por que la vida es así, pero sin nada grave. También fui de los primeros en vacunarme por ser una persona dependiente, después hubo cierta incertidumbre al ser AstraZeneca pero al final me inoculé la segunda dosis sin ningún problema. Esto me llevó a recuperar el trabajo de modo presencial después de más de un año trabajando desde casa, aunque el teletrabajo me gusta, volver a la oficina con tus compañeros mola más aunque no podíamos hacer l

  Seguramente este post me traerá muchas críticas hasta por parte de quienes son mis amigos y de quienes comparten tiempo conmigo. Quiero escribir sobre la vacunación del Covid-19.  He de decir que estoy completamente a favor de la vacunación, incluso desde antes que las diferentes vacunas salieran a la luz hace un año aproximadamente. Ya en la época más dura del coronavirus pensaba y estaba convencido que para superar toda esta mierda son las vacunas (y lo sigo pensando). Simplemente por lógica: hay un virus altamente trasmisible, que no va a desaparecer solo y que, si solo tomamos medidas de precaución, el virus seguirá ahí no se va a ir por sí solo. Entiendo, en principio, de los que no quieren vacunarse. Inocularse una sustancia en tu cuerpo con tan poco tiempo de estudio da respeto, eso lo puedo llegar a entender…. Pero no es coherente, me explico: respiramos aire contaminado de los coches, comemos mierda a diario (bollería industrial, azúcares, procesados, transgénicos, etc).

  Nadie está preparado para un último adiós, ni sabe cual será esa última despedida más aun cuando rebosamos juventud por cada poro de la piel. Este es el post que nunca pensé que iba a escribir. Te fuiste hace casi 10 días por una jugada cruel del destino, una mala decisión que solemos tomar más a menudo de lo que deberíamos y que pagaste tú el precio. Los demás no tenemos otra que quedarnos aquí e intentar seguir viviendo con obligaciones y deberes, a pesar que nos cueste levantarnos cada mañana. Desde que te conocí, entraste en mi vida como un torbellino, no pudiste elegir momento y sitio mejor que aquel campa de navidad de 2014, justo 24 horas después que hubiera decidido olvidar una historia turbia de mi vida. Tuviste que elegir ese día y ser tú la que me abriera la puerta de aquel albergue solo diciendo “qué guapo!”. Aquel momento, ni ese día, que lo estuvimos casi todo juntos, jamás lo olvidaré. Y cosas del destino, esa noche en aquella habitación en el que dormíais casi 10

 Hace meses que no escribo, quizás por falta de ganas, el calor o que no se me ocurre ninguna idea de qué escribir. Pero llevamos unos días un poco convulsos por consecuencia de la invención de una agresión homófoba por parte de un individuo para encubrir otras prácticas. Es decir, que las supuestas agresiones fueron consentidas. Dejando de lado estas prácticas (cada uno es libre de hacer lo que le da la gana, siempre y cuando no le haga daño a nadie), el daño que puede hacer este tipo de bulos es inmenso para las personas que pueden (podemos) ser victimas de cualquier tipo de agresión por pertenecer a algún colectivo vulnerable, en mi caso, la diversidad funcional. Hace apenas unos meses agredieron a una persona con asperger que acabó falleciendo. O el mediático caso Samuel, el adolescente asesinado por pertenecer al colectivo LGTBI. Da mucha impotencia y miedo como en los últimos años han crecido las agresiones de este tipo cuando a España se le considera unos de los países más s

  Hace tiempo que no escribo por aquí, más de dos meses o tres. Lo tengo bastante abandonado, no sé si borrarlo definitivamente, aunque intentaré darle más uso. A pesar de todo, hoy escribo por mi cumpleaños como cada año, es cierto que el año pasado me lo quité del facebook porque me agobiaban todas las felicitaciones cada año y tener que contestar una a una. Estoy quedando como un arisco, pero es la verdad, y mucho os estaréis enterando que ahora es mi cumpleaños. La pescadilla que se muerde la cola. Este año no comenzó muy bien anímicamente hablando, tuve que despegarme de ciertas personas que en su día fueron mucho para mí. Me costó superarlo, incluso hoy tengo mis momentos. Pero ya está: quien quiera estar bien, y si no, fuera. Así de sencillo.  Y por lo demás, ha sido un año normal (teniendo en cuenta el dichoso covid), he conocido a personas increíbles, que espero que se queden cerca mucho tiempo. Hemos conseguido retomar el deporte adaptado, con todas las medidas de segur

Querida persona que ya no estás en mi vida: Esto es una carta dirigida a ti, aunque no la leerás, compartimos diferentes experiencias. Ya seas hombre o mujer, hayamos compartido una amistad, una relación amorosa o una relación temporal basada en el afecto carnal.  En ocasiones la vida nos ha ido apartando el uno del otro, unas veces el culpable es el tiempo, otra la distancias. Pero lo que más nos puede doler tanto a ti como a mí es que este distanciamiento se haya producido por algún error que hayamos cometido y nos hayamos hecho daño sin desearlo. He de confesarte, querida persona que ya no estás en mi vida, que hay noches que te cuelas en mis sueños. Aunque en la mayoría de ellos apareces de una manera distante y fría, sin querer cruzar ninguna palabra contigo. A pesar que no hablemos, me siento afortunado por tenerte cerca, hasta que despierto y mi ilusión se desfallece. Solo deseo que la vida nos dé otra oportunidad y nos vuelva a cruzar nuestros caminos, sin rencores y pu