El Cajón Desastre de la Mente

Últimamente estoy hasta los cojones… Harto de no poder elegir mi propio camino y que todos opinen lo que debería hacer con mi vida, cuando yo tengo otros planes. Serán más o menos factible, o incluso un utopía pero son mis sueños y ahora estoy en ese punto de la vida que me tengo que arriesgar para hacerlo. Sé que en el camino dejaré a mucha gente, pero es el sueño por el que llevo peleando desde hace años y ahora es el momento de dar el salto, para probar que todo el esfuerzo de estos últimos años no han sido en vano. Asique seguiré   peleando a pesar de ir a contracorriente y no me importa si me tengo que dar de bruces contra el suelo. Harto de que todo se desemmorone en cuestión de días o semanas cuando todo resultaba ser perfecto para mi después de mucho tiempo deseando que todo fuera la mitad de bien, o quizás ni si quiera lo esperaba. Será difícil pero lo conseguiré….

Ya, ya sé que hace mucho tiempo que no escribo pero entre el máster, las prácticas, deporte y hacer vida social no tengo tiempo…. Pero hoy es un día señalado, es 8 de Marzo, día de la mujer trabajadora. Desde mi condición de hombre  me declaro feminista y defensor de la igualdad de sexos en todos los ámbitos de la vida, tanto el profesional como en el doméstico. Está claro que cada vez la igualdad está más cerca pero aún queda mucho por hacer, ya que mucho por hacer, sobretodo en el mundo laboral donde todavía en el año 2016 se piensa que una profesión en solo para un sexo determinado. Cuando pensamos en un profesional de la fontanería, pensamos en un hombre o una mujer? O en alguien que limpia? Afortunadamente, desde el poder legislativo se dan normativa de discriminación positiva, como la norma 60-40, donde se exige que en los consejos de administración de las grandes empresas no haya menos de un 40% de mujeres ni más de un 60% de hombres. Sí, la verdad es que es triste