El Derecho a mi Independencia
Como todos ya sabéis no hace ni un mes que cumplí la treintena de años, y con el paso del tiempo se van incrementando mis ganas de independizarme y, valga la redundancia, la de llevar una vida de forma independiente lejos del nido familiar. Ello no significa que esté mal en él, ni mucho menos, solo que como persona adulta también creo que debo de tener el derecho de poder ejercer una vida independiente sin olvidar mis limitaciones, obviamente. Esta idea no es nueva, ni se me ha ocurrido por arte de birlibirloque al cumplir los 30. Sino que es algo que siempre he querido, o mejor dicho, he tenido la necesidad de hacer. Por eso he estado casi toda mi vida estudiando para poder encontrar un trabajo que me permita ser económicamente independiente. En resumidas cuentas: llevar una vida normalizada. Y creo que lo he conseguido, es más, soy la envidia de muchas personas con diversidad funcional por todo lo que he conseguido a lo largo de estos 30 años, tanto a nivel académico como s