El Dilema de la Discriminación Positiva
Buenas a todos, hoy vengo a hablar de un tema algo ético y
bastante controvertido que durante mucho tiempo he podido reflexionar, ya que
es un asunto que me toca bastante de cerca. Se trata de la conocida
discriminación positiva.
Y es que este fin de semana he ido al festival Marearock que
se ha celebrado en la localidad de Ibi
(Alicante). En el mismo, pude conocer a otro chico con discapacidad que venía
desde Toledo. Empezamos a hablar y me dijo que las personas con discapacidad,
mejor dicho, los pensionistas, no teníamos que pagar entrada. De primeras, me
dio rabia por no haberme enterado de esta facilidad para poder acudir a un
festival totalmente gratis, pero
pensándolo más fríamente este tipo de acciones no creo que nos beneficie mucho,
a los que llevamos mucho tiempo reivindicando una igualdad de trato por parte
de la sociedad. No creo que sea coherente pedir igualdad de trato en ciertas
cosas pero en otras seguir “echándole cara”.
Reconozco que yo antes sí que me aprovechaba de mi
discapacidad y pude acudir a dos festivales gratis por ser discapacitado, fue
en el festival tristemente extinguido Aupa Lumbreiras en sus ediciones de 2008
y 2009, (tuvieron que eliminar esa exención de pago porque detectaron muchas
falsificaciones de certificados de minusvalía), me colaba en los camerinos con
los cantantes, etc. Pero con el paso del tiempo y de los años me he dado cuenta
que ese tipo de trato no me benefician en absoluto porque no deja de ser un
trato diferente que se les da al resto de personas, y tal trato se deriva de mi
discapacidad.
En ciertos aspectos sí que veo necesaria que se produzca una
discriminación positiva con el fin de equiparar nuestro estilo de vida con el
resto de la sociedad. Por ejemplo: veo necesario que se guarden un porcentaje
de plazas públicas para personas con discapacidad debido a que tenemos mucho
más difícil acceder al mercado laboral que el resto de personas, o que no
paguemos matricula en la universidad ya que para acudir tenemos que cubrir
otros gastos y porque quizás no nos queda otro remedio para poder acceder al
mercado laboral para poder llevar una vida medianamente independiente, en
cambio, una persona sin ninguna discapacidad a malas puede trabajar de
cualquier cosa.
Por otro lado y pensándolo mejor, quizás el no pagar entrada
a los festivales o en los parques de atracciones es lo más lógico puesto que
una persona en silla de ruedas no podría ir solo al parque de atracciones. En ese
caso, haría un descuento (no sé si del 100%) al acompañante.
En fin, seguramente muchos que leáis esto no estaréis de
acuerdo con lo que he escrito o parte de ello. Pero pienso que la
discriminación positiva está muy bien para temas concretos que versan sobre la
igualdad de derechos, sobre todo en el caso de poder acceder al mercado
laboral, vivienda, etc. Pero en otros aspectos quizás lo veo como un trato
diferente que en el fondo es contradictorio, pero quien diga que no que no es
contradictorio en su propia vida que tire la primera piedra.
Comentarios
Publicar un comentario