El Cajón Desastre de la Mente

Cuando enchufo la tele me da asco el mundo que me rodea, solo veo corrupción, odio, asesinatos, tequemanejes de los putos políticos que nos roban con impunidad mediante el beneplácito de nuestro voto… aunque sin reconocerlo por parte de nadie. Tan solo cuenta que gane los “nuestros”, y si lo hacen, al día siguiente directamente nos la suda lo que hagan. Llevamos la puta venda en los ojos a base de fútbol y telemierda. Salgo a la calle y solo observo indiferencia, comentarios asquerosos de odio al diferente y/o de abusos al sexo contrario. Clones unos de otros a nivel de imagen y comportamiento fruto del marketing o de los medios de comunicación que nos dictan como hay que ser, pensar y cual es la vida que debes llevar. Nos venden la felicidad financiada en cómodas cuotas a pagar. Ese es su truco de fidelización, compra X, endeudarte, trabaja para pagar la puta deuda y cuando la obsolescencia programada aparezca, vuelve a comprar. Pero para eso, debes de tener un buen curr

Un año más llega la noche de reyes, la ilusión y la alegría embaucan la mayoría de los corazones. El mío no, para qué negarlo? Cada año desde el 2016 expongo por aquí mis peticiones y casi nunca me las conceden, aunque bueno, pensándolo bien hubo una que si me concedieron de manera relativa pero no puedo desvelar de qué se trata. Lo cierto es que no sé qué cojones pediros para este año, querido reyes magos, tengo curro, colegas, familia, salud (obviando que tengo parálisis, claro). Puede que os pida poder ver más a ciertas personas que por circunstancias se hayan alejado de mí este año, que me traigáis otras nuevas que me puedas aportar cosas nuevas, y por supuesto, las que están en mi vida no se alejen mucho, si lo tienen que hacer, que sea por poco tiempo. Por otro lado, ya que estamos hablando de personas, me gustaría volver a ver a varias personas que han significado mucho para mí años atrás, aunque bueno quizás sea conformista y con mantener el contacto con ellas me es s

Termina el 2018 y empieza 2019… como pasa el maldito tiempo. En un abrir y cerrar de ojos ya ha pasado un año, haciéndonos mayores, dando la bienvenida a algunas personas y alejándonos de otras pensando que eso nunca iría a suceder. Pero esa es la gracia de la vida: alegría y decepciones. Este año 2018 se puede resumir un poco así. He hecho cosas increíbles, como montar en parapente (regalo por mi 30 cumpleaños), he recuperado un poco el contacto con personas que han significado mucho en mi vida aunque, por otra parte, como he dicho antes, creo que lo estoy perdiendo con otras. También en los últimos meses del año estoy conociendo a personas que me hacen sentir muy bien. Por otro lado, a finales de julio, empecé un proyecto personal con el que estoy disfrutando mucho haciéndolo, aunque para terminarlo creo que me llevará varios años y horas de trabajo. Eso sí, si lo consigo terminar será unos de los mayores hitos que he realizado. No voy a adelantar nada por si se gafa y