12 m2
Esa es la medida del habitáculo que habito habitualmente, donde
te recuerdo, te pienso, te fantaseo. Pero también me despierto para darme
cuenta que ya no estás a mi lado por más que, en esos 12 m2, te vea cuando cierro
los ojos cada vez antes de irme a dormir.
12 m2 donde solo estamos mi intimidad y yo, un espacio tan
pequeño para ella y yo que a veces incluso nos estorbamos por estar en un
espacio tan pequeño, hasta el punto que yo en ocasiones me escapo por la
puerta.
En esos 12 m2 existe un espacio que sirve para soñar, esos
sueños no siempre son agradables. Pero me los trae mi subconsciente para que no
me olvide que están ahí. Algunos son buenos y otros malos.
Es un espacio tan pequeño que algún día espero escapar de
él. Tengo ganas de ello y siento que la vida poco a poco se me escapa como agua
entre las manos sin poder conseguirlo. 12 m2 son testigos de mi impotencia.
Son tan pocos metros para tantos recuerdos, deseos, fantasías
y sueños que chocan entre sí unos con otros confundiéndose entre sí y a mí.
12 m2 de soledad, tranquilidad, de reflexiones, de lecturas,
de recuerdos, de echar de menos, de amar, de odiar, de impotencia…
12 m2 de mí
12 m2 que han servido para un nuevo post...
Comentarios
Publicar un comentario