Cuestión de Arte...

Hace muchos años leí la cita El arte es un arma cargada de futuro, y siempre había creído en el arte para la trasformación social, además de promover el espíritu crítico de pensamiento sea cual sea la disciplina artística.

Desde siempre, el arte ha sido vilipendiado por la sociedad. O mejor dicho, por aquella parte de la sociedad que no se ha detenido la función social y económica (por qué no decirlo), que tiene el arte en nuestras vidas cuotidianas. Al leer esto muchos os preguntaréis “¿Función económica? Si son cuatro perroflautas que viven de subvenciones”. Genial, puedes pensar eso, pero voy a desmontaros esa falsa idea con un par ideas fáciles de entender.

¿Alguien se imagina ir a un bar o discoteca sin música? ¿O alguna tienda de ropa? La música es fundamental para estos establecimientos, de hecho, hay estudios donde se demuestra que determinada música modifica el estado de ánimo para consumir más. Asique, la música puede ser factor clave para cientos y miles de negocio.

Por otro lado, cuando se piensa en el artista propiamente dicho se piensa erróneamente que todo el beneficio que genera es para él mismo o ella. Ojalá fuera así, pero nada más lejos de la realidad. Actualmente la manera de consumir música ha cambiado radicalmente, todos accedemos a ella gratuitamente a través de internet, lo que ha provocado que los cantantes y las bandas dejen de tener ingresos por las ventas de discos físicos.

Bien, una vez dicho esto, solo quedan los conciertos. Como he dicho antes, muchas personas piensan que un cantante se lo guisa y se lo come él solo. Asique voy a poner el ejemplo de Rozalen que todos la conocemos y que escuché una entrevista suya hace un par de semanas. En cada gira de ella se da trabajo directamente a 30 personas (músicos, montadores, conductores, técnicos). Todos dados de alta, más la propia Rozalén que supongo que está en régimen de autónomos.

El mismo ejemplo podría valer para escritores, compañías de teatro o incluso circos. El público solo vemos el espectáculo mostrado por una o varias personas, pero detrás de eso se encuentran muchos trabajos y muy sacrificado algunos de ellos, sobre todo el de los montadores y conductores que echan muchas horas y la mayoría nocturnas.

Luego tenemos la parte social, el arte nos enseña a pensar, a reflexionar, a cuestionar lo que tenemos delante. Nos ayuda a dar ese clic en la cabeza para hacemos preguntas, muchas veces sin respuesta o creándonos nuestra verdad, que para nada tiene que ver con la de otra persona. Ello puede ser a través de la música, cine, música o literatura. Se llama fomentar el espíritu crítico, algo muy útil para pensar por uno mismo.

Después de este confinamiento, debemos valorar mucho más el arte. Gracias a él, se nos ha hecho bastante más liviano. Viendo series, películas, leyendo algún libro, asistiendo a conciertos online, etc. ¿Os imagináis estos dos meses sin algo de eso?

A mi siempre me habría gustado poder tocar la guitarra, de hecho, escribí un post sobre ello (podéis leerlo pinchando aquí), me hubiera gustado crear música, pero con mi diversidad funcional es difícil. Además, en el colegio, curiosamente, me quitaron las dos asignaturas artísticas para acudir a fisio y logopedia, ellas eran plástica y música. Asique a nivel técnico, no tengo ni idea ninguna de ninguna de ellas.  Por eso, solo me queda la literatura, a la vista está y espero que no se me dé mal.

Que el arte, os acompañe…