El Mundo da Miedo y se va a la Mierda

El mundo da miedo, es la única frase que ronda mi mente en los últimos días a raíz del conflicto de Rusia con Ucrania. Como ciudadano europeo del siglo XXI que ha crecido y vivido en un estado desarrollado, de bienestar con todas las comodidades (dejando de lado mi discapacidad), no atisbo a entender que haya una guerra de tal calibre como en estos momentos.

No quiero entrar en geopolítica, no entiendo mucho de ella. Es un campo demasiado complejo para entender, aunque alguna idea mínima tengo. Pero lo que quería escribir o compartir es que caeríamos en error de polarizar a la sociedad de izquierdas contra derechas, o viceversa, argumentando el color político de quien genera el conflicto. 

Desde que comenzó el conflicto y cada vez que veo a gente huyendo de Ucrania, no paro de pensar en aquellas personas que no pueden hacerlo. Personas con grandes discapacidades, encamadas, ancianos, personas con autismo que no pueden variar su rutina. ¿Qué ha pasado con las residencias? ¿Siguen abiertas? ¿Su personal ha huido (legítimamente) con sus familias? En tal caso, ¿con quien se han quedado? ¿y cuanto tiempo podrán resistir? Son preguntas que no paro de hacerme y no estoy seguro de querer saber la respuesta.

Pero tampoco creo que debamos caer en el cinismo, guerras y conflictos se están viviendo desde hace más de 20 años. Me parece muy bien y necesario que los países del resto de Europa a los refugiados ucranianos. Pero, ¿hicimos lo mismo con los sirios y con los afganos? No podemos darnos golpes en el pecho cuando hace unos años hicimos lo contrario. Repito para que quede claro: Es necesario, de sentido común, humanitario y cuestión moral que acojamos a refugiados ucranianos. Durante la pandemia no parábamos de decir que íbamos a salir mejores personas, ahora es tiempo de demostrarlo.

Hacía tiempo que no escribía aquí, pero es buen espacio para compartir algunos pensamientos, aunque el mundo dé miedo y se vaya a la mierda…

 

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